viernes, 11 de abril de 2014

Cuatro poemas de Russell Edson


     



     EL AUTOMÓVIL

    
     Un hombre se acababa de casar con un automóvil.

     Lo que quiero decir, dijo su padre, es que el automóvil no es una persona porque es algo diferente.
     Por ejemplo, compáralo con tu madre. ¿Ves cómo es diferente a tu madre? Parece como más ancho ¿verdad? Y por otra parte, tu madre lleva el pelo diferente.
     Tienes que intentar encontrar algo en el mundo que se parezca a tu madre.

     Ya tengo una madre, ¿no es eso ya bastante en cuanto a cosas que se parezcan a una madre? ¿Tengo que recolectar más madres?
     Todas son ancianas que no excitan en lo más mínimo el deseo de procrear, dijo el hijo.

     Pero no puedes procrear con un automóvil, dijo el padre.

     El hijo muestra al padre una llave de contacto. Mira, esto es un pene especial que hace con el automóvil lo que un hombre con la mujer; y entonces el automóvil da a luz un lugar lejos de este lugar, dejando caer sus millas recién nacidas por el camino.

     ¿Me convierte eso en abuelo? dijo el padre.

     Eso te deja a ti donde estás cuando yo estoy lejos, dijo el hijo.

     Padre y madre miran un automóvil con un letrero donde pone recién casados que se hace más pequeño en una carretera.









     EL OTOÑO


     Había un hombre que halló dos hojas y entró en su casa sujetándolas y diciéndoles a sus padres que era un árbol.

     A lo cual ellos contestaron sal entonces al patio y no crezcas en el salón no sea que estropees la alfombra con tus raíces.

     Él dijo estaba de broma no soy un árbol y dejó caer sus hojas.

     Pero sus padres dijeron mira es otoño.






            DE CÓMO UNA VACA LLEGÓ A VIVIR CON LOS OREJASLARGAS

Un conejo había matado a un hombre en un bosque un día. Un vaca miraba esperando a que el hombre se levantara. Un insecto caminaba por la cara del hombre. Una vaca miraba esperando a que el hombre se levantara. Una vaca saltó una valla para ver de cerca lo que un conejo le hace a un hombre. Un conejo ataca a una vaca pensando que la vaca puede venir para ayudar al hombre. El conejo derrota a la vaca y arrastra a la vaca al interior de su madriguera.
Cuando la vaca se despierta la vaca piensa, ojalá estuviera en lo alto de la tierra yendo con el hombre a mi establo.
Pero la vaca debe permanecer con estos orejaslargas durante el resto de su vida.







     EL NIÑO CAMBIADO (THE CHANGELING)


     Un hombre tenía un hijo que era un yunque. Y que a veces era un neumático de coche.
     Desearía que te estuvieses quieto, dijo el padre.
     A veces su hijo era una roca.
     Me doy cuenta de que más bien has perdido el límite, donde ningún exceso parece excesivo, donde ni la pobreza enraíza el hambre a la necesidad. Pero en caso de que te dieras tiempo para abrazarte a su seno de polvo, ese sueño de terciopelo, entonces se te serviría incluso más allá de tu necesidad; y el deseo ahíto estaría propiamente desbordando sus límites, dijo el padre.
     Entonces su hijo se convirtió en la esquina de una habitación.
     No no, exclamó el padre.
     Y entonces su hijo se convirtió en una tabla de parquet.
     No no, la luna cae allí y cuaja tu inteligencia en las vetas de la madera, exclamó el padre.
     ¿Qué hago? gritó su hijo.
     Siéntate hasta que el tiempo te abrace en el seno de su paz de terciopelo, exclamó el padre.
     ¿Así? gritó su hijo mientras su hijo se convertía en polvo.
     Ah, eso es más agradable, y habla bien de aquel que, habiendo requerido mucho en su rechazo de la correcta elección, pasa ahora, bien aconsejado, a una posición social más ventajosa, dijo el padre.

     Pero entonces el hijo se convirtió en el padre.
     Contempla, el hijo se ha convertido en uno de nosotros, dijo el padre.
     Su hijo dijo, contempla, el hijo se ha convertido en uno de nosotros.
     Deja de repetirme, gritó el padre.
     Deja de repetirme, gritó su hijo.
     Bueno, supongo que la imitación es la más sincera forma de halago, suspiró el padre.
     Bueno, supongo que la imitación es la más sincera forma de halago, suspiró su hijo.


                                                              RUSSELL EDSON (la trad. es mía)




1 comentario:

  1. increíble elección de los cuentos! y muy buen trabajo de traducción! podrías publicar algunos más? hace tiempo que los busco!

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